El uso de seguros de vida con valor en efectivo como parte de la estrategia de planificación de jubilación de un individuo es común.
Las pólizas de seguro de vida con valor en efectivo ofrecen protección adicional de por vida además de su función de proporcionar liquidez en caso de una muerte inesperada. Los fondos pueden servir no sólo como un amortiguador contra la volatilidad del mercado durante las caídas de los mercados, sino también como una fuente de ingresos para la jubilación que está exenta de impuestos.
Ciertas personas pueden beneficiarse del seguro de vida con valor en efectivo como una inversión de jubilación después de alcanzar la edad de jubilación. La pregunta que debe responderse es cómo determinar la mejor opción y ubicar el paquete de seguro de vida más adecuado para cada persona en particular. En pocas palabras, ¿cómo puede determinar qué póliza de seguro es la mejor para comprar para cumplir con sus requisitos individuales para la planificación de la jubilación?
Por varias razones, incluido el formato distintivo de cada producto individual, a veces puede ser difícil comparar diferentes planes de seguro de vida. El componente de riesgo, también conocido como costo de mortalidad, puede verse como el costo que debe asumir un consumidor para estar protegido contra una muerte prematura. Esto es análogo a cómo uno podría ver la prima asociada con el seguro de propietario de vivienda como el costo que se debe asumir para estar protegido contra un incendio inesperado.
Sin embargo, la diferencia entre una póliza de seguro de vida y una póliza de seguro de propietario de vivienda es que un porcentaje significativo de la prima de una póliza de seguro de vida con valor en efectivo se debe a la reserva que se está desarrollando en la póliza. El seguro de vida es único entre las pólizas de seguro porque cubre el riesgo de muerte en su totalidad. El seguro de vida se compra ya que nadie sabe exactamente cuándo morirán y porque la muerte es inevitable para todos nosotros.
En el caso del seguro de vida con valor en efectivo, en particular, la aseguradora intencionalmente cobrará de más por la cobertura durante los años más jóvenes para que el costo pueda mantenerse dentro de límites razonables durante los años más viejos. Si no fuera así, la prima por proteger mil dólares a los cien años sería muy cercana a los mil dólares.
Durante los primeros años de vigencia del seguro de valor en efectivo, cualquier exceso de prima cobrada se deposita en una cuenta de inversión. La forma en que se invierte ese dinero juega un papel clave en la determinación de la tasa a la que aumentará el valor en efectivo de la póliza.
Algunos planes, como el seguro de vida entera, cobran una prima constante y garantizan una tasa mínima de rendimiento del dinero que se invierte. Este rendimiento se denota por los valores en efectivo que están asociados con la política. Cualquier excedente de ganancias se entrega al titular de la póliza en forma de cheque que está exento de impuestos.
Otros planes, como el de vida universal, brindan primas más adaptables y agregan una tasa de interés al valor en efectivo que es proporcional al nivel de experiencia en inversiones de la aseguradora. Y, sin embargo, hay otros, como el seguro de vida variable, que le da al titular de la póliza la capacidad de elegir cómo se debe invertir el valor en efectivo de la póliza. El comprador es quien decide cómo se invierten los valores en efectivo, pero también es quien asume el riesgo asociado con esas inversiones.